El aborto en Argentina se refiere a la historia y al estado actual del aborto voluntario. Argentina estableció la despenalización del aborto terapéutico y por causa de violación desde 1921, y estableció el derecho al aborto gratuito y asistido médicamente, por Ley 27.610 del 30 de diciembre de 2020, en los casos ya habilitados desde 1921, o en todos los demás casos cuando la gestación no supere la semana catorce, incluida.[1]La ley entró en vigencia en todo el territorio nacional el 24 de enero de 2021 tras la promulgación del presidente de la Nación, Alberto Fernández.[2]
Un estudio encargado por el Ministerio de Salud en 2005 y conducido por las demógrafas Edith Pantelides y Silvia Mario concluyó que en ese momento se producían anualmente entre 370 000 y 520 000 abortos inducidos legales y no legales,[3] en una población de 45 millones de habitantes. En 2016 un informe de la Dirección de Estadísticas e Información en Salud, dependiente del Ministerio de Salud, arrojó la cifra de 43 muertes de mujeres en ese año debido a todos los tipos de aborto, siendo la principal causa de mortalidad materna en el país según funcionarios y distintos medios.[4][5][6] Según declaraciones realizadas en 2018 por el entonces ministro de Salud Adolfo Rubinstein (presidencia Macri), el aborto era en ese momento la primera causa de muerte materna en el país, mientras que anualmente se registraban 50 000 internaciones en establecimientos públicos por abortos clandestinos.[7]
Numerosas organizaciones políticas, científicas, feministas y de derechos humanos bregaron históricamente por la legalización plena del aborto. En 2004 en el Encuentro Nacional de Mujeres se lanzó la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito. Uno de los símbolos utilizados por la Campaña fue el pañuelo verde, que a partir de 2018 se generalizó como símbolo dentro del movimiento feminista y que resultó en lo que los medios denominaron «la marea verde». Este movimiento resultó determinante para la sanción de la ley en 2020.[8][9][10][11] En Latinoamérica, una de las regiones más restrictivas en cuanto a los derechos reproductivos, la Argentina se convirtió en el tercer país en despenalizar y legalizar el aborto, luego de Cuba y Uruguay, estando también legalizado en Guayana Francesa y algunas entidades federativas mexicanas. A su vez, en América del Sur, Guyana es el único país no latinoamericano que reconoce el derecho al aborto.[1][12]